En los cuatro primeros meses del año, la producción de vehículos en el conjunto de la industria española ascendió a 652.057 unidades, un 33,6% menos que en mismo cuatrimestre del año anterior.
Por lo que respecta a los vehículos comerciales, en abril se fabricaron únicamente 349 unidades, concretamente 340 furgones y nueve comerciales ligeros, lo que representa un descenso de casi el 100% respecto al mismo mes del año 2019. Por su parte, en el acumulado de los cuatro primeros meses, la reducción de la producción se situó por encima del 30%.
Tal y como aseguran desde ANFAC, los datos demuestran la situación de especial debilidad en que se encuentra la industria de la automoción española, el tercer sector industrial del país y el único que se paralizó al completo al decretarse el estado de alarma el pasado 16 de marzo.
Las cifras de la vuelta a la actividad indican la complejidad de la cadena de valor de este sector, puesto que las primeras fábricas no abrieron algún turno de producción hasta al menos dos semanas después de terminar el periodo de hibernación y algunas han estado dos meses cerradas, por la necesidad de que se reanudara la actividad también en la industria de componentes y en concesionarios y talleres.
Además, la falta de demanda en España también paraliza las fábricas. No en vano, cerca del 25% de la producción española se queda en el país y por ello, es necesario que se promueva cuanto antes un plan de choque nacional con medidas de estímulo a la demanda y de mantenimiento de la industria.
En cuanto a las exportaciones, más de lo mismo, con descensos en el mes de abril próximos al 100%, ya que de nuestras fábricas salieron hacia otro mercados solo 315 furgones (-96,9%). Por su parte en el acumulado del año, las exportaciones se redujeron un 30%.