Tal es así, que “después de este tiempo tan trágico y duro que hemos vivido, debemos rescatar y poner de nuevo la seguridad vial en nuestras agendas. Un reto que nos corresponde a todos, a las administraciones, pero también a los ciudadanos”, ha señalado el director gerente de AECA-ITV, Guillermo Magaz, en relación a los cinco millones de vehículos pendientes de pasar su inspección técnica reglamentaria y que no han podido hacerlo por el estado de alarma.
La totalidad de las entidades que prestan el servicio de ITV en España (AECA cuenta con 79 entidades asociadas, que gestionan 392 centros de ITV, con 1.000 líneas de inspección) ya están a pleno rendimiento.
Las ITVs, fundamentales para la seguridad vial
Destacar que el último estudio presentado por el Instituto de Seguridad de los Vehículos Automóviles “Duque de Santomauro” (ISVA) de la Universidad Carlos III de Madrid “Contribución de la Inspección Técnica de Vehículos a la Seguridad Vial y a la protección de la salud de los ciudadanos y del medioambiente”, demostró que las ITVs salvan al año 539 víctimas mortales y al menos evitan 17.700 accidentes de tráfico.
Este mismo estudio afirma también que si el total de los vehículos que no acuden a las inspecciones obligatorias lo hubieran hecho, podrían haberse evitado al menos 8.800 accidentes, más de 7.000 heridos y 81 muertes adicionales. En términos económicos, el beneficio social de la ITV se cifra en unos 815 millones de euros anuales, que podrían ser 290 millones más si se eliminase el absentismo.
En esa línea se muestra el director general de FESVIAL, Javier Llamazares, que destaca la labor que desarrollan las ITVs “es fundamental en la cadena de la seguridad vial. No debemos quedarnos en la apariencia de ser un impuesto más. Es la certificación y garantía real de que nuestro vehículo cumple con todas las medidas necesarias para no poner en riesgo al resto de usuarios con los que compartimos la vía a diario. Y por supuesto por nosotros mismos y nuestros acompañantes”.
Los responsables de AECA-ITV y de FESVIAL ponen el foco de atención en los datos de absentismo, en ese 20% que no pasa la ITV (40% en el caso de las furgonetas) y que, de haberlo hecho, se hubieran evitado 8.800 accidentes, más de 7.000 heridos y 81 muertes adicionales. La cifra es tan grave como para hablar de pandemia.