A pesar de ello, nuestro país incrementa su brecha respecto a la media europea y manteniéndose en las últimas posiciones del ranking del conjunto de los países analizados en el barómetro.
Así, la media del continente crece seis puntos, hasta una valoración de 51,6. Esta situación ha provocado que la brecha respecto a Europa aumente hasta 28,5 puntos en el último trimestre.
En líneas generales, el crecimiento de la valoración española viene marcado principalmente por la evolución del mercado, donde siguen subiendo las ventas pese al entorno de baja demanda.
El plan MOVES III ya se está poniendo en marcha en algunas CCAA, lo que está sirviendo de impulso, pero el impacto en las comercializaciones será más patente en el último cuatrimestre.
En el ranking nacional, cabe destacar los fuertes crecimientos de Islas Canarias y Navarra, hasta una valoración de 24,1 puntos, debido en gran parte al aumento de las ventas de vehículos electrificados durante el último trimestre.
Al igual que estas regiones, Madrid, Islas Baleares y Cataluña obtienen una puntuación por encima de la media nacional y encabezan el indicador global de electromovilidad de España. En contraposición, destaca el caso de Asturias, que rompe la tendencia de crecimiento de los últimos indicadores por su peor desempeño en el indicador de desarrollo de infraestructura de recarga.
Infraestructuras de recarga
Por otro lado, el despliegue de una red de recarga que dé respuesta a las necesidades del creciente parque electrificado continúa siendo la asignatura pendiente de la electrificación de España. Con un leve crecimiento de siete décimas, la valoración general se sitúa en 8,3 puntos sobre 100.
Nuestro país registra un total de 11.847 puntos de recarga a lo largo de todo el territorio. Esto supone un crecimiento de apenas 330 nuevos puntos de recarga en el segundo trimestre de 2021.
Aunque el aumento de la infraestructura sigue en progreso, el nivel de desarrollo sigue siendo lento y vinculado, principalmente, a niveles de potencia bajos, donde el 86% de la red actual de acceso público en España es de potencias de hasta 22kW, lo que supone tiempos de recarga mínimos de 3 horas.
Por ello, es necesario seguir trabajando en políticas y herramientas que permitan acelerar el desarrollo de la infraestructura de recarga y lograr, de esta manera, alcanzar los objetivos de reducción de emisiones exigidos por la Comisión Europa y la previsión planteada en el Plan Nacional Integral de Energía y Clima y la Ley de Cambio Climático de alcanzar un parque de 5 millones de automóviles electrificados en 2030.