Y es que es precisamente en el apartado mecánico en el que más han trabajado los técnicos de Mercedes, sobre todo desde el punto de vista del consumo y las emisiones, conscientes de la necesidad cada vez más perentoria de incidir en parámetros como la economía y el impacto medioambiental.
De ahí que los motores de la nueva Mercedes Vito –todos ellos Euro 5- tengan la posibilidad de incluir el paquete BlueEFFICIENCY por el que el vehículo viene provisto por una serie de soluciones (sistema de arranque/parada ECO, neumáticos de baja resistencia a la rodadura, indicador de cambio de marchas, etc.) que se traduce en una reducción del consumo y de las emisiones que, dependiendo del propulsor, puede alcanzar el 15%.
Esta tecnología “eficiente”, que se ofrece como opción por 327 euros, se puede combinar con el grupo de 2,2 litros de cilindrada, o lo que es lo mismo con los motores de 85, 136 y 163 CV, mientras que no es posible hacerlo con el 3.0 CDI (224 CV) ni con el 3.5 de gasolina al montar ambos caja automática de 5 relaciones, transmisión que resulta incompatible con esta solución.
Una gran propuesta
Dejando para más adelante todo lo que esta Vito puede ofrecer desde el punto de vista dinámico y mecánico, comenzaremos destacando la perfecta puesta en escena que propone el modelo alemán, algo a lo que por otra parte ya nos tiene acostumbrados desde la marca de la estrella.
No es que los cambios hayan sido muy profundos, pero sí los justos para darle a la Vito un aire más moderno y más próximo a lo que muestra el resto de la gama, incluidos los turismo. Faros (delanteros y traseros), volante multifunción (opcional) tapizados o palanca del cambio son algunos de los cambios más notorios.
No podemos sin embargo aportar ninguna novedad en lo que lo que respecta al puesto de conducción, que se mantiene invariable, pero que no deja de ser magnífica en todos los sentidos, con regulación de asiento y volante en varios puntos incluida. Una única “pega” en este sentido, y es la ausencia de regulación eléctrica de los retrovisores –por esta posibilidad habrá que desembolsar 340 euros-, particularidad que nos hará desplazarnos de nuestra posición más de lo habitual.
Por lo demás, el habitáculo está muy bien rematado, y aunque la calidad de los plásticos no es la mejor posible, por ajustes, ubicación de los mandos y terminación, se nota que nos encontramos ante un Mercedes.
Eso sí, a nuestro juicio falta algún hueco portaobjetos extra, tal y como argumentan la gran mayoría de sus rivales en este segmento. Así y todo, contamos con una bandeja superior, encima del panel central, las guanteras de las puestas y una práctica mesa plegable integrada en el respaldo del asiento del pasajero.
Luego podemos añadir prácticamente cualquier dispositivo como elementos opcionales de ayuda a la conducción y confort, en tanto que la lista que presenta la Mercedes Vito es casi interminable. Así, ayuda al aparcamiento, el consabido volante multifunción, teléfono manos libres, navegador o control de velocidad, sólo por citar algunos de ellos están presentes de serie o como opcionales.
En donde no han escatimado en Mercedes es en relación a la seguridad, de ahí que salvo el airbag de acompañante (419 euros), el resto de dispositivos más habituales (airgbag conductor, ABS controles de tracción ASR y estabilidad) vengan montados sin sobrecoste. Lógicamente, a esta lista hay que añadir otra serie de elementos de gran utilidad, como es el caso de la luz de freno adaptativa, por la que las luces parpadean al hacer una frenada de emergencia a más de 50 km/h.
Cargar y en marcha
Para nuestra prueba contábamos con una Vito en configuración furgón larga que dejaba una caja de carga con una longitud de 2.667 mm, a los que hay que añadir otros 200 mm extra que se esconden bajo la mampara separadora. A todo ello hay que añadir una anchura de 1.650 mm y una altura de 1.259 mm para un volumen útil de 5,7 m3 y una carga efectiva de 792 kilos.
A todo ello hay que añadir una superficie de goma totalmente plana provista de varias argollas de sujeción y el hecho de contar con una puerta posterior de doble hoja con apertura de hasta 270 º -un enclavamiento automático las asegura en los panales laterales-, lo que facilita enormemente las operaciones de carga y descarga.
Así, una vez cargada convenientemente nuestra Vito –hasta 300 kilos- nos ponemos en marcha con vistas a sacarle al propulsor protagonista de nuestra prueba –de 136 CV de potencia- el mayor rendimiento posible.
Y lo primero que tenemos que decir, es que se trata de una mecánica bastante directa en su respuesta, fruto de un par de 310 Nm que no tarda en mostrarse –alrededor de las 1.600 rpm, si bien es a partir de las 1.800 vueltas cuando notamos un mayor empuje-. Y además lo hace con una gran suavidad dejando de lado todo tipo de brusquedades. En este sentido, cobran especial importancia determinados aspectos en los que han trabajado especialmente, como es el caso del incremento de la presión de inyección –ahora llega a los 1.800 bares-, así como la inclusión de un turbocompresor de geometría variable encargado de sobrealimentar el motor y, en consecuencia, de asegurar una respuesta rápida ante nuestra demanda.
Una fuerza que por otro lado no se desvanece hasta más allá de medio régimen -2.600 rpm-, lo que juega un papel fundamental a la hora de contar prácticamente en cualquier circunstancias con el dinamismo necesario –incluso convenientemente cargado- para llevar siempre una marcha ágil sin forzar en absoluto el motor.
Además, el cambio que asocia esta mecánica –el EcoGear de 6 relaciones, muy suave en su proceder- ayuda a llevar una dinámica desahogada incluso a velocidades generosas, pudiendo circular en torno a un ritmo de 110-120 km/, manteniéndose siempre la aguja del cuentavueltas entre las 2.000 y las 2.300 vueltas.
Ello repercute, por otro lado, muy positivamente en el consumo, de manera que el gasto medio en ningún caso superará los 8 litros siempre que llevemos una conducción dentro de los márgenes de la normalidad, sin, entre otras cosas, acelerones o cambios de marchas innecesarios. Y todo ello sin disfrutar del paquete BlueEFFICIENCY.
También podemos estar tranquilos de la respuesta de esta Vito en el momento de acometer determinados ejercicios, como los adelantamientos o las incorporaciones a determinadas vías; pero igualmente cuando circulamos por carreteras escarpadas, pues los 310 Nm de su motor dan para mucho siempre que nos mantengamos en unos espectros -entre las 1.800 y las 2.500 rpm- lógicos de funcionamiento.
Desde el punto de vista del comportamiento, la nueva Vito también ha sido objeto de diversas mejoras, centradas en novedosos componentes de los ejes (torreta de las suspensiones, muelles portantes, cojinetes de apoyo, etc.), que junto a unos nuevos reglajes, asegura siempre un devenir perfecto, con una sensación de seguridad muy alta, como consecuencia de la práctica ausencia de desplazamientos y balanceos laterales.
Igualmente en tráfico urbanos su proceder es digno de mención, gracias a una dirección muy suave y una radio de giro (12,7 metros) que hace que nuestra Mercedes Vito sea bastante manejable a pesar de sus 5 metros de longitud .
(c) fotos: Juan Caraballo
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