Pero Mercedes-Benz ha querido ir un poco más allá y con la última generación de su comercial medio, ha entrado de lleno en un mercado en el que se concentran un gran número de colectivos que no precisan cargar su vehículo hasta el máximo permitido, con lo que la tracción delantera resulta ideal para llevar una conducción con el máximo agarre posible al piso en esas condiciones.

Apuesta firme

Es por ello que para esta primera prueba con la nueva Vito contamos precisamente con esta última configuración en formato furgón y los resultados son excepcionales en todos los sentidos.

Antes de nada, hacer un inciso en el diseño y funcionalidad del modelo alemán. A nivel externo, la Vito resulta muy atractiva, con un frontal muy Mercedes cuyos faros y parrilla recuerda al de otros vehículos de la marca.

Ya en la cabina, no nos gustó tanto el diseño del salpicadero, que a nuestro entender resulta un tanto descafeinado, siempre teniendo en cuenta a lo que nos tiene acostumbrados el fabricante germano, que habitualmente propone unas delineaciones muy cuidadas. En cualquier caso, todo el panel frontal está perfectamente ajustado y los dispositivos ubicados en el lugar justo para que su manejo resulte sencillo.  

Como quiera que Mercedes entienden que con esta variante no precisamos hacer uso de la máxima carga útil disponible (que también podría ser), el motor con el que contamos se basaba en una bancada de 1,6 litros de cilindrada de 114 CV de potencia y 270 Nm de par, y asociaba una caja manual de seis marchas.

Señalar que por debajo también está disponible un motor de idéntica capacidad y 88 CV, mientras que por encima se encuentra un bloque de 2,15 litros de cilindrada con potencias de 136, 163 y 190 CV, más dirigidos a las variantes de tracción trasera y 4x4.

La combinación de un propulsor compacto con el hecho de transmitir su fuerza a través del eje anterior, se traduce en un ahorro de peso de 120 kilos con respecto a la Vito anterior, ganando con ello en carga útil.

Para nuestra prueba contábamos con un furgón de batalla corta y voladizo trasero alargado para 5,14 metros de longitud, que daba lugar a una caja de carga de 2,89 metros de largo, a lo que había que sumar los 37 centímetros extra (hasta los 3,26 metros) localizados bajo la mampara separadora, una solución muy práctica para cargar objetos de gran longitud.

Notable rendimiento

Al contrario que los motores de mayor cilindra, que tienen dos turbos, el 111 CDI de 114 CV cuenta únicamente con un turbocompresor, pero que asegura una buena respuesta por encima de las 1.500 vueltas hasta alcanzar las 1.800 rpm, momento en el que notamos un gran empuje que se mantiene constante hasta las 2.500 rpm, lo que nos permite realizar todo tipo de maniobras con gran seguridad. Incluso cuando la carretera pica hacia arriba, es capaz de mantener la inercia sin ningún problema siempre que nos mantengamos por encima de las 1.750 rpm.

A llevar una perfecta dinámica y no echar en falta unos caballos extra en determinados momentos (aunque en ocasiones sea inevitable) contribuyen por un lado, un cambio muy rápido y suave de tacto con una desmultiplicación (escala i=4,182 a 0,549) que nos permite contar siempre con la potencia justa en todo el espectro de utilización. Por otro lado, el hecho de que el dimensionamiento de las cámaras de combustión sea prácticamente cuadrado (80 x 79,5  milímetros de diámetro por carrera) se traduce en unas condiciones óptimas para garantizar una mayor capacidad de aceleración y, en consecuencia, una gran agilidad.

Y todo esto lo hace con una sonoridad muy baja (el motor cuenta con apoyos hidráulicos que se traduce en una disminución de 2 decibelios en comparación con los anteriores propulsores) y un consumo bastante reducido en toda circunstancia. Especialmente llamativo es el gasto medio en ciudad, que se sitúa por debajo de los 8 litros y que de haber incluido el Start & Stop podría haber sido menor.

Precisamente en recorridos urbanos (esta unidad está especialmente configurada para ello) advertimos la magnífica maniobrabilidad de la Vito a pesar de superar los cinco metros de longitud. En este sentido, la dirección electromecánica resulta una delicia, ya que a bajas velocidades resulta muy dúctil, mientras que a medida que vamos ganando velocidad se vuelve más rígida.

Mercedes-Benz también ha optimizado las suspensiones de cara a mejorar el comportamiento del vehículo. Así, se han incluido estabilizadores delanteros y traseros, con lo que los balanceos de la carrocería en curva apenas se dejan sentir. Además, el tren posterior apenas se desliza en estos casos, teniendo en cuenta que se han armonizado los muelles y amortiguadores del eje trasero. Con todo, la calidad de rodadura es más que evidente, ya que además las asperezas típicas del rozamiento con el firme apenas se dejan notar en el interior. Se nota que estamos ante un vehículo con una estrella en su parrilla.

Ficha técnica

El semáforo

Despunta

• Imagen y diseño exterior
• Comportamiento
• Consumos

Superable

• Diseño habitáculo
• Precio sin promoción
• Calidad de algunos plásticos

ACELERACIONES (en vacío)

RECUPERACIONES (en vacío)

Equipamiento (elementos principales y opciones)

PVP (sin impuestos y sin descuentos): 21.515 €