(c) fotos: Juan Caraballo
Con la llegada de los Euro 5, hay que reconocer que todos los fabricantes han mejorado, desde el punto de vista del rendimiento, las prestaciones de sus vehículos. Basta analizar cualquiera de los parámetros que solemos medir en nuestras pruebas para darnos cuenta de ello. Y es que respecto a los motores Euro 4, las ventajas son más que evidentes, pues además de asegurar un menor impacto medioambiental, está garantizada una mayor rentabilidad en base a unos consumos más contenidos y unos intervalos de mantenimiento más especiados.
Mucho que ofrecer
Pero también estos cambios han traído aparejados otra serie de modificaciones en todos los modelos, dirigidos por un lado a actualizar la imagen de los mismos en base a restyling más o menos profundos y, por otro, a presentar vehículos cargados de todo tipo de dispositivos y elementos destinados a mejorar la seguridad tanto activa como pasiva y la calidad de vida a bordo.
(c) fotos: Juan Caraballo
Lógicamente, Fiat no ha sido ajeno a todos estos cambios, y ha ido introduciéndolos en toda su gama profesional, siendo la Ducato el último ejemplo de ello. Ciertamente, el modelo situado en lo más alto del escalafón del fabricante italiano ha sido objeto, aprovechando la “obligatoriedad” por parte de la Directiva Europea sobre gases contaminantes de desarrollar propulsores más ecológicos, de ligeros cambios en su diseño para darle un toque más moderno.
No vamos a entrar a analizar en profundidad todos ellos –ya lo hicimos en números anteriores de la Revista Transporte Profesional (ver Transporte Profesional de junio y Transporte Profesional de diciembre)-, pero sí que podemos señalar que van encaminados a hacer la vida más sencilla y segura al profesional.
En el caso que nos ocupa –teníamos entre manos un furgón de paso medio y techo alto (11,5 m2 de volumen) con el motor 150 Multijet-, todo lo que podemos decir son parabienes. Por lo pronto, la unidad venía preparada con la terminación Techno (100 euros), y si bien a primera vista los cambios no nos parecen muy radicales respecto a lo conocido, una vez en nuestro puesto, no se puede dejar de reconocer que la sensación de calidad es mucho mayor que en la anterior Ducato.
También la presencia del navegador portátil presidiendo el salpicadero, que entre otras cosas de puede integrar en el Blue & Me con manos libres, le da un toque de sofisticación al modelo italiano, a lo que hay que sumar el climatizador, el control de velocidad de crucero o el ordenador de abordo como elementos presentes. Tan solo echamos en falta los sensores de aparcamiento (300 euros), muy útiles para este tipo de vehículos, pudiendo también solicitar la cámara de visión trasera (500 euros).
Técnica sofisticada
Pero centrémonos en la verdadera esencia de la Fiat Ducato, que no es otra cosa que el nuevo motor 2.3 Multijet 150 de 148 CV de potencia, un propulsor que es una delicia técnica por todas las soluciones que incluye. Además de estar provisto de EGR (recirculación de gases de escape, esta mecánica –al igual que el resto de motores de la serie- se beneficia de la tecnología Multijet II que apuesta por incluir en el sistema de alimentación inyectores más veloces, capaces de realizar hasta ocho inyecciones por ciclo.
También conviene destacar, que la presión de inyección del combustible en los nuevos mecanismos pasa de los 1.600 bares de las bancadas sustituidas a los 1.800 bares actuales, lo que sumado a la nueva tipología de los inyectores, da como resultado una clara mejora del proceso de combustión, que es lo mismo que decir que se reducen las emisiones de partículas y de óxido de nitrógeno al medio ambiente, al tiempo que también disminuye el nivel sonoro.
Todo esto viene acompañado por una clara ganancia de prestaciones y de rendimiento de los Euro 5 respecto a los Euro 4. Comenzando por la potencia a bancadas de idéntica capacidad, suponiendo un claro ejemplo de ello el motor que teníamos entre manos, un 2.287 cm3 que en comparación con el propulsor de idéntica cilindrada, gana nada menos que 28 CV, es decir, un 24 % más de potencia. Pero también el par se ha incrementado, concretamente un 9%, mientras que el consumo, dependiendo de factores como la presencia del sistema Start & Stop, o las circunstancias de la marcha, puede llegar a verse reducido hasta en un 15%.
Declaración de intenciones
Ocurre que estos números, sugerentes a todas luces, tienen que verse refrendados sobre el asfalto, algo que tuvimos ocasión de comprobar en primera persona con esta Fiat Ducato. Por lo pronto, su puesta en escena, sin ser explosiva ante nuestra demanda, resulta más que fiable para que no echemos en falta en ningún instante, ni aun a plena carga, el empuje necesario que nos permita iniciar la marcha con total seguridad.
El hecho de que la bomba de alimentación de combustible esté sumergida en el depósito, ayuda a que el arranque en frío sea más efectivo. Si por ello fuera poco, el par máximo se muestra a partir de las 1.700 vueltas, revoluciones un poco por encima de lo anunciado por la marca, pero que en ningún caso se traduce en sensación de falta de empuje.
Claro que el cambio manual de seis relaciones también tiene mucho que decir en este sentido, pues gracias a su precisión y su rapidez de respuesta no se pierde inercia en ningún momento. Una transmisión que también incide bastante a la hora de llevar una marcha cómoda a altas velocidades dentro de unos márgenes aceptables para que el consumo no se vea afectado.
Es más, a 100 km/h con la 6ª velocidad engranada, el tacómetro no va más allá de las 2.200 vueltas. De cualquier modo, el propio vehículo nos ayuda a girar dentro de un espectro en el que en ningún caso vamos a tener la sensación de ir forzados gracias a la presencia del indicador de cambio de marcha GSI.
En cuanto a su comportamiento, si por algo destaca la Fiat Ducato es por la nobleza de sus reacciones en cualquier tipo de terreno, de manera que la dinámica durante la conducción es prácticamente siempre la idónea.
Unas suspensiones muy equilibradas y perfectamente regladas, con un reparto de pesos justo, hacen que el devenir sea bastante cómodo tanto a altas velocidad –el filtrado desde el exterior es muy bajo- como a la hora de enlazar curvas continuadas, con un balanceo bastante contenido –el eje trasero se sujeta muy bien- y un guiado que sigue fielmente nuestras indicaciones gracias a la sobriedad del tren anterior y a la firmeza de la dirección.
Por lo demás, la Fiat Ducato presume de contar con todos los dispositivos de seguridad conocidos para este tipo de vehículo, ESP, ASR, LAC, Hill Holder, si bien no vienen de serie, teniendo que desembolsar 450 euros por disfrutar de ellos cuando otras marcas lo ofrecen de serie en toda su gama.
(c) fotos: Juan Caraballo