El problema es mayor teniendo en cuenta que muchos de estos vehículos tienen además una antigüedad superior a los diez años, a partir de los cuales deben ser inspeccionados dos veces al año.
De las furgonetas inspeccionadas, el 22,6% de las mismas no la superaron el “examen” a la primera, es decir, algo más de uno de cada cinco vehículos comerciales no estaba en condiciones de circular con las mínimas condiciones de seguridad por la vía pública.
Tal y como ha reconocido Luis Rivas, secretario general de AECA-ITV, “la elevada antigüedad media de vehículos como las furgonetas, que actualmente está en torno a los trece años, puede explicar tanto su porcentaje de rechazo tras su paso por las estaciones de ITV, como el alto grado de furgonetas absentistas, ya que evitan la inspección porque se les detectarán defectos graves que supondrán reparaciones importantes o, en muchos casos, tener que dar de baja el vehículo”.
Y ello está directamente relacionado con la siniestralidad. De hecho, según el estudio Principales cifras de la Siniestralidad Vial 2013, elaborado por la DGT, las furgonetas se vieron implicadas en 7.682 accidentes con víctimas el pasado año, el 51% de ellos en vías urbanas.
Con todo, durante las inspecciones realizadas en 2013 se contabilizaron 1.394.161 defectos graves en furgonetas y vehículos comerciales de transporte ligero, un 4,4% (hasta 61.881) por encima de los registrados el año anterior. Las principales anomalías están relacionadas con defectos en los ejes, ruedas, neumáticos y suspensión (un 23,7% del total, con 329.982 defectos); también los relativos el alumbrado y la señalización (hasta un 22,8%, con 317.996 defectos) tienen una especial importancia, así como los encontrados en los frenos (17,7%, 246.732 defectos).
La asociación AECA-ITV ha recordado el importante papel que ejerce la Inspección Técnica de Vehículos en la mejora de la seguridad vial, y la importancia de que los conductores acudan a las más de 400 estaciones que hay en España, con más de 1.100 líneas de inspección.