Las altas temperaturas, unido a la falta de mantenimiento, está provocando un mayor desfallecimiento del motor, algo que en muchos casos podría evitarse con un pequeño chequeo de seguridad y niveles antes de emprender el viaje.
El calentamiento del motor, que aumenta más del doble, y los de pérdida de agua, con un 160% más, son los problemas más comunes derivados del incremento de las temperaturas.
Es por ello que el RACE ha propone una serie de consejos prácticos para mitigar lo más posible la aparición de cualquier tipo de problema:
- Revisar el nivel de refrigerante y del aceite antes de una marcha larga, ya que es fundamental para la refrigeración del motor.
- Intentar no aparcar en una zona de rastrojo o monte tras una circulación prolongada: el contacto del catalizador o del tubo de escape con las zonas secas del monte pueden provocar un incendio.
- Durante la marcha, estar pendiente de los testigos de temperatura, especialmente en atascos y retenciones. Si el vehículo sufre un sobrecalentamiento, parar en un lugar seguro lo antes posible, apagar el motor y no tocar nada del mismo por el riesgo de quemaduras con el motor o de líquidos y llamar a la asistencia. Si ha sucedido más veces, sería recomendable llevar una garrafa con agua o refrigerante en el maletero.
- El sistema de refrigeración permitirá que el interior del vehículo esté fresco. Si éste no funciona bien, puede ocasionar que el motor se caliente más rápidamente.
- Vigila la presión, estado y dibujo de los neumáticos, ya que cogen mucha temperatura.
- Evitar conducir de forma agresiva, ya que al frenar, el calor generado por el roce con las pastillas y el calor exterior hace que su refrigeración sea más difícil. Reduciendo la vida útil por el recalentamiento, además de que el líquido de frenos también se agota.
Fuente: Real Automóvil Club de España-RACE