Con ello se garantiza una disminución del impacto medioambiental y, por lo tanto, una mejora de la calidad del aire, además de producirse un incremento de la cuota de mercado de este tipo de vehículos, que actualmente se sitúa en el 0,5% del total de las ventas.
Y es que el retraso en la aprobación de este plan, tal y como sostienen desde ANFAC, ha contribuido a ralentizar las matriculaciones de estos modelos tan específicos en nuestro país. A ello hay que sumarle la discontinuidad en la duración de los anteriores planes de incentivos a la movilidad eléctrica y alternativa (Planes MOVELE y MOVEA), que ha traído como consecuencia que las matriculaciones de estos vehículos se concentren solo en los periodos en que están vigentes.
Es por ello que las asociaciones de fabricantes de vehículos tienen claro que sería recomendable que hubiese una continuidad en dichos planes, de forma que las matriculaciones de los mismos fuesen más constantes en el tiempo.