Según las estimaciones de Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), dicho plan tendrá un impacto en la economía española de 3.400 millones de euros, debido en parte a su fuerte capacidad de arrastre de otros sectores.
Y es que este nuevo impulso del Gobierno contribuirá a una mayor dinamización del consumo privado, lo que se traducirá en una mejora evidente de las ventas en nuestro país, que se espera superen el millón de unidades tras seis años en los que la crisis ha lastrado al mercado automovilístico español.
Asimismo, se calcula que el Plan PIVE 8 obtendrá una recaudación fiscal de casi 1.200 millones de euros sumando el Impuesto de Matriculación, el IVA y tributos relacionados con los seguros, la financiación o el transporte, entre otros.
Por otro lado, el plan contribuirá a poner en la carretera 300.000 nuevos vehículos mejor equipados tecnológicamente, lo se traducirá en un claro incremento de la seguridad en nuestras carreteras, además de en una mejora de la eficiencia energética.
En consecuencia, las estimaciones son que se ahorren 164 millones de litros de combustible, lo que equivale a un ahorro energético de 180 millones de euros.
Este Plan para 2015 se produce en un momento propicio también para las factorías españolas, coincidiendo con la salida de las líneas de producción de los nuevos modelos adjudicados recientemente.